La huella es como la forma visible más mínima que nos identifica y diferencia del resto. La usamos, por ejemplo, en nuestras identificaciones personales, para sellar un documento formal, para dejar constancia de que solo nosotros aceptamos algo.
La huella es un sinónimo de identidad. Y así como la marca que dejamos en documentos, la huella puede ser entendida como la memoria que dejamos a los otros de nosotros mismos.
Esta memoria que dejamos en el colectivo es más clara en las redes sociales. Cuando compartimos nuestros gustos, fotografías, actividades o cualquier cosa que pase por nuestras mentes. Es la huella que ponemos en los otros.
No es para nada raro, que solo con el hecho de revisar los perfiles de nuestros compañeros, o mirar o reaccionar a las publicaciones de nuestros amigos en Facebook o Twitter, o más simple aún, solo con mirar de reojo la foto de perfil de alguien ya nos da una idea de la personalidad o identidad de la otra persona.
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